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Cirugía Andaluza | 2025 | Volumen 36 | Numero 4 - Diciembre 2025

Datos de la publicación


Hernia de petersen como causa infrecuente de abdomen agudo.

Petersen's hernia as a rare cause of acute abdomen.


Resumen

La hernia del espacio de Petersen es una complicación poco frecuente pero potencialmente grave tras un procedimiento de bypass gástrico en Y de Roux. Presentamos el caso de una paciente intervenida en nuestro centro por una hernia de Petersen complicada con compromiso vascular que requirió intervención quirúrgica urgente. Se discuten los hallazgos radiológicos, abordaje quirúrgico y recomendaciones para su diagnóstico precoz.

Palabras Clave: hernia del espacio de Petersen, isquemia intestinal, bypass gástrico, abdomen agudo.

Abstract

Petersen's space hernia is a rare but potentially serious complication following a Roux-en-Y gastric bypass procedure. We present the case of a patient operated in our center for a Petersen's hernia complicated with vascular compromise that required urgent surgical intervention. Radiological findings, surgical approach and recommendations for early diagnosis are discussed.

Keywords: Petersen's space hernia, intestinal ischemia, gastric bypass, acute abdomen.



Introducción

Las hernias internas son una causa reconocida de obstrucción intestinal tras cirugía bariátrica. La hernia del espacio de Petersen ocurre cuando asas de delgado protruyen a través del espacio mesentérico creado entre el asa alimentaria y el mesocolon transverso. Debido a la alteración anatómica postquirúrgica y la pérdida de grasa mesentérica, puede desarrollarse sin síntomas específicos, dificultando su diagnóstico para el cirujano[1],[2]. Se caracteriza principalmente por dolor abdominal, que puede presentarse de forma muy variable (cólico, difuso, intermitente...).

El objetivo de este trabajo es presentar un caso intervenido en nuestro centro de hernia del espacio de Petersen de forma urgente, haciendo hincapié en la dificultad del diagnóstico clínico, los hallazgos más típicos de la Tomografía computarizada (TC) y sugerir estrategias de prevención y manejo.

Casa clínico

Mujer de 46 años con antecedente de bypass gástrico en Y de Roux realizado tres años atrás vía laparoscópica, que acude a urgencias por dolor abdominal difuso, náuseas y distensión. La exploración física muestra abdomen distendido, doloroso a la palpación eprincipalmente en epigastrio y mesogastrio así como defensa involuntaria. Analíticamente no presentaba leucocitosis ni elevación de reactantes de fase aguda.

Se realiza TAC abdominopélvico con contraste intravenoso que evidencia arremolinamiento de vasos mesentéricos (signo del "whirl"), asas distendidas en hemiabdomen superior izquierdo y moderada cantidad de líquido libre intraabdominal[3] (Figura 1 y 2).

Figura 1

Arremolinamiento de vasos. Corte axial de tomografía computarizada (TC) con contraste intravenoso, donde se aprecia el signo del arremolinamiento de los vasos mesentéricos, hallazgo sugestivo de hernia interna.

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Figura 2

Liquido libre en moderada cuantia. Reconstrucción coronal de TAC que evidencia moderada cantidad de líquido libre intraabdominal, hallazgo inespecífico pero que puede asociarse a isquemia intestinal.

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Ante la sospecha de hernia interna complicada se decide intervención quirúrgica urgente. Se inicia abordaje laparoscópico, observándose gran cantidad de líquido libre quiloso así como introducción de todo el paquete intestinal a través del orificio de Petersen con rotación de raíz del mesenterio y congestión y leve edematización de asas intestinales. Dirección de la rotación del paquete intestinal de izquierda a derecha y en sentido antihorario. Se decide convertir a laparotomía media por la dificultad para desrotar todo el paquete intestinal . Se reduce la hernia, se valora la viabilidad intestinal y se cierra el defecto mesentérico con sutura no absorbible (Figuras 3 y 4).

Figura 3

Liquido quiloso. Imagen laparoscópica intraoperatoria que muestra abundante líquido quiloso en la cavidad abdominal, indicativo de afectación linfática asociada a hernia interna con compromiso vascular.

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Figura 4

Hernia de petersen. Imagen intraoperatoria en la que se observa el orificio de la hernia de Petersen, a través del cual se observa la protrusión de asas intestinales.

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La paciente presenta buena evolución postoperatoria y es dada de alta al tercer día sin incidencias.

Discusión

El diagnóstico de hernia de Petersen continúa siendo un reto clínico. Su incidencia ha aumentado con la popularización del bypass gástrico en Y de Roux por vía laparoscópica, donde la ausencia de adherencias puede favorecer la movilidad intestinal y el paso de asas por los defectos mesentéricos[1],[4].

El signo del "whirl" en la tomografía computarizada, consistente en la torsión de los vasos mesentéricos alrededor de un eje, es considerado altamente sugestivo de hernia interna, aunque no siempre está presente[3]. Otros hallazgos como líquido libre, asas dilatadas, engrosamiento de la pared intestinal o desviación del tronco mesentérico refuerzan la sospecha diagnóstica[3],[5].

La actuación precoz es esencial. La laparoscopia diagnóstica tiene un papel clave y permite actuar con menor morbilidad. Sin embargo, la necesidad de conversión a laparotomía no debe retrasarse si existe mala exposición o sospecha de isquemia intestinal[2].

Estudios recientes señalan que el cierre sistemático de los defectos mesentéricos durante la cirugía primaria reduce de forma significativa la incidencia de hernias internas, sin aumentar significativamente las complicaciones operatorias[4],[6].

El seguimiento clínico de los pacientes sometidos a cirugía bariátrica debe incluir una alta sospecha ante síntomas abdominales inespecíficos. El retraso diagnóstico puede implicar mayor riesgo de necrosis intestinal, necesidad de resección y aumento de la mortalidad[2],[5].

La hernia de Petersen debe ser considerada en el diagnóstico diferencial del abdomen agudo en pacientes con cirugía bariátrica previa, incluso años después del procedimiento. La sospecha clínica apoyada en hallazgos radiológicos característicos y una actitud quirúrgica precoz son determinantes en el pronóstico. El cierre de los defectos mesentéricos durante la cirugía primaria y la vigilancia estrecha en pacientes sintomáticos son estrategias fundamentales para la prevención y manejo de esta entidad.

Bibliografía

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