Introducción
La estenosis uretral es una patología compleja, en la reparación del hipospadias, se realiza mediante procedimientos continuos como dilataciones, cateterismo y uretroplastia, este último cuando se realiza y la longitud de la estenosis impide una anastomosis primaria, se recurre a tejidos interpuestos de otro origen como la mucosa de la cavidad oral[1]-[3]. Las técnicas de injerto se consideran en la actualidad la primera elección en estos casos como el uso de la mucosa oral para reparar la estenosis de uretra peneana y bulbar que se describió por primera vez en 1993. Actualmente, la mucosa oral se considera ideal para este tipo de procedimiento, por sus características estructurales, que la hacen un tejido versátil y adaptable para la cirugía reconstructiva uretral[1],[2],[4].
Caso clínico
Hombre de 38 años de edad, con diagnóstico de estenosis ureteral a nivel bulbar desde hace 18 meses, por antecedente de hipospadias. El estudio preoperatorio incluyó cistouretrografía miccional, donde se observa estenosis que fue de 3,25 cm de localización bulbar. Se sometió a uretroplastia dorsal con injerto libre de mucosa oral, el cual consistió en un acceso quirúrgico perineal, se identifican y aíslan los cabos uretrales, se mide el defecto entre ambos cabos uretrales, refiriendo ambos con sondas urinarias (Figura 1). Tiempo séptico abordando la cavidad oral, se elige un sitio de la mejilla derecha, (Figura 2), se inicia la tubulización de la neouretra con ayuda de férula de silastic multifenestrada, puntos subdérmicos de PDS 6-0 o 7-0. El sitio donador a nivel de la cavidad oral se impregna con solución de bismuto, que es hemostático durante los primeros cuatro días y se epiteliza a los 21 días del postoperatorio.
Figura 1
A) Se lleva a cabo una liberación amplia de la uretra hasta porción sana proximal y distal (1 cm) a la estenosis. Una vez liberada se rota 180º exponiendo su cara dorsal. B) Fecha azul, se observa uretra proximal expuesta longitudinalmente en la zona estenótica hasta llegar a una uretra sana.
Discusión
La mucosa oral y de uretra, se asemejan histológicamente, ya que es altamente elástica, sin folículos pilosos, delgada y con una angiogénesis rápida[2],[3]. El método de Bracka es el más recomendado, este método implica la resección completa de la placa uretral y cicatrices previas, así como el reemplazo con la mucosa bucal en una primera etapa y la uretroplastia con reconstrucción del glande en un segundo tiempo[4],[5]. Recientemente, Barbagli, publicó una serie de 50 pacientes en que los resultados de la uretroplastia bulbar no se ven afectados en función de la localización ventral, dorsal o lateral del injerto, entonces la elección de la técnica de uretroplastia depende de la calidad de la placa uretral, así como de la longitud de la uretra a reconstruir[3]. El postoperatorio en estos pacientes es bueno y son dados de alta en pocos días con catéter uretral[4],[5]. Una de las complicaciones que se pueden observar de forma temprana es la presencia de una fístula que normalmente se suele resolver prolongando el tiempo de cateterismo vesical, sin embargo una de las complicaciones más importantes y que suele aparecer de forma más tardía es la recurrencia de la estenosis[4],[5].