Introducción
El cáncer de esófago representa el 1% de las neoplasias en el mundo occidental, con una tasa de supervivencia en la actualidad del 15% a los 5 años. La incidencia aumenta con la edad y el sexo masculino[3].
Durante las últimas décadas se han producido avances en el tratamiento de este tipo de tumores, aunque, a pesar de ello, la cirugía solo es factible en un tercio de los pacientes y conlleva una alta tasa de comorbilidad.
El tratamiento individualizado es la clave para el abordaje de estos tumores, especialmente a la hora de alternativas paliativas.
La sintomatología más frecuente y que puede generar mayor comorbilidad es la incapacidad para la adecuada tolerancia oral por estenosis esofágica[3],[4]. Por ello, la introducción de las endoprótesis ha supuesto una alternativa eficaz a la cirugía ya que permite reintroducir la ingesta oral de una forma rápida y eficaz.
Existen distintos tipos de prótesis, que serán elegidas en función de las características de cada paciente, presentando una tasa de éxito elevada. A pesar de ello, también existen complicaciones derivadas de su colocación. Estas pueden presentarse de forma temprana, asociadas normalmente al procedimiento (5-15% de los casos); o tardías como son la migración de prótesis, fístula u obstrucción[3].
Presentamos el caso de mujer de 93 años portadora de una endoprótesis esofágica por disfagia secundaria a neoplasia de esófago distal, que acudió a urgencias por clínica obstructiva tras la migración de la prótesis a íleon distal.
Caso clínico
Mujer de 93 años con antecedentes de hipertensión arterial e hipotiroidismo en estudio por disfagia secundaria a proceso neoformativo a nivel de esófago distal. Al evidenciarse en pruebas de imagen progresión de su enfermedad de base con afectación pulmonar, asociado a la edad y pronóstico, se optó por tratamiento paliativo colocándose una prótesis metálica esofágica para aliviar la sintomatología de la paciente.
La paciente acudió meses después al servicio de urgencias por cuadro de 24 horas de evolución de dolor abdominal, vómitos y ausencia de tránsito intestinal.
Ante la sospecha de obstrucción intestinal se decide solicitar TAC abdominal para filiar causa, confirmándose una obstrucción completa a nivel de íleon distal condicionada por la migración de la prótesis (Figura 1).
Ante la imposibilidad de resolución del cuadro de forma conservadora se decidió intervención quirúrgica urgente realizándose resección y anastomosis del segmento afecto incluyendo la prótesis (Figura 2). El postoperatorio cursa sin incidencias siendo dada de alta.
Discusión
La colocación de endoprótesis se emplea para tratar diferentes patologías esofágicas y gástricas, entre las que destacan los procesos neoplásicos, paliando así la sintomatología y reduciendo las comorbilidades[1].
Tras la introducción de las prótesis metálicas recubiertas se han reducido los porcentajes de complicaciones asociadas a este tipo de dispositivos, aunque no están exentos de ellas. Según las series de casos publicadas, la tasa de migración de las mismas se sitúa en torno al 20% aunque se desconoce la evolución a medio y largo plazo dada la escasa sobrevida de estos pacientes[3],[5].
En el caso de nuestra paciente, se había producido una migración a íleon distal condicionando una obstrucción intestinal completa que requirió de abordaje quirúrgico, lo que podría plantear complicaciones mayores dadas las características de estos pacientes.
Por ello, es imprescindible la adecuada indicación para su colocación, así como implementar de forma rutinaria sistemas para intentar evitar la migración de las mismas.