Introducción
Hablar de la formación en cirugía, en concreto en el ámbito de la cirugía hepatobiliar es un tema a la vez que atractivo difícil de abordar.
La etapa formativa durante la residencia y la experiencia formativa puede marcar un antes y un después en la dedicación futura del cirujano, lo cual demuestra la importancia de esta etapa.
Siendo realistas es un camino arduo y a veces complicado el que hay que recorrer para conseguir una formación consolidada en cirugía hepatobiliar.
En primer lugar, es un tema complejo. Esta cirugía comprende distintos ámbitos que de por sí tienen bastante peso y una complejidad enorme, a la vez que se abre un abanico amplio de competencias que la integran.
Aporta mayor complejidad en cuanto a la formación en este terreno:
-La diferencia en la práctica clínica que ofrece cada centro hospitalario pone de manifiesto la importancia de determinar cuál es el mejor centro a la hora de formarse.
-La amplia curva de aprendizaje necesaria para conseguir una formación sólida en cuanto a la técnica quirúrgica.
-La exigencia desde el punto de vista técnico de esta materia, ya que el área pancreatobiliar supone el manejo de estructuras vitales, con necesidad de ser conocedores de una anatomía compleja.
La formación continuada en este terreno es fundamental. Con el avance en cuanto al diagnóstico se objetiva cada vez más patología benigna, existiendo un aumento en el conocimiento del comportamiento de ésta debido a la constante investigación en este área. En este punto el cirujano hepatobiliar debe estar actualizado y plantearse los casos en los que debe indicarse la cirugía.
Las alternativas no quirúrgicas van en aumento a la vez, pudiendo aportar similares resultados con menor morbimortalidad. El panorama actual muestra cómo en algunos casos se opta por manejos menos invasivos, los cuales se van añadiendo al arsenal terapéutico de estas patologías.
Toda esta complejidad irremediablemente nos lleva a una cuestión clave:
¿Cuándo es el mejor momento para que el cirujano se forme en cirugía HBP?
El panorama actual en cuanto a la formación del residente en HBP
Indudablemente el residente ha de conseguir una formación adecuada en HBP y de forma progresiva, adquiriendo gradualmente mayor nivel de complejidad en esta materia.
¿Cómo se planifica la formación en HBP durante la residencia?
Es una pregunta que admite muchas respuestas.
Actualmente la planificación de la residencia está regulada de forma estatal en el BOE del MIR Cirugía General de 2007. A partir de este, cada hospital ajusta los PIF de sus residentes.
En este documento se propone una serie de contenidos específicos divididos por secciones. En la sección de HBP se enumeran los contenidos específicos que debe conocer el residente en cuanto a patología pancreática, hepática y biliar. De igual forma, indica un listado de cirugías mínimas a realizar como cirujano principal y como cirujano ayudante.
El hecho de que no se haya actualizado este documento desde 2007 pone de manifiesto que los contenidos se quedan desactualizados, siendo necesario un plan formativo renovado y ajustado a la situación actual del residente.
¿Cuáles son las herramientas que tiene el residente para formarse en HBP?
Cada vez son más los recursos de los que dispone para consolidar su etapa formativa en este ámbito:
-ROTACIONES internas o externas. Están estructuradas según el Plan formativo individualizado de cada centro, considerando necesario en la mayoría de los centros realizar rotación en una unidad donde exista trasplante hepático.
-CURSOS/CONGRESOS específicos de HBP. Lo habitual durante la residencia es realizar cursos específicos de HBP para residentes lanzados por la AEC y asistir a congresos generales donde se podrá, en caso de estar interesado, asistir a mesas específicas de HBP.
Pero no hay nada establecido como norma.
La sección encargada de la formación en la AEC está trabajando en este aspecto con el objetivo de generar un itinerario formativo común del residente. De esta forma se genera un itinerario de cursos esenciales y cursos opcionales ajustados a cada año de residencia para adquirir un certificado de excelencia.
-MÁSTERES específicos en cirugía hepatobiliar.
-RECURSOS VIRTUALES se han convertido en los últimos dos años de pandemia en los grandes protagonistas. Dada la situación que hemos vivido nos hemos reinventado haciendo uso de la tecnología. Se han ido desarrollando una serie de webinares y charlas que, además de poder participar en directo, quedan disponibles en las páginas web oficiales de la AEC y ASAC.
Está en marcha un nuevo proyecto de la AEC (AEC CONNECT) que disfrutaremos próximamente. Se trata de una plataforma virtual donde podremos ver contenidos audiovisuales.
El panorama actual en cuanto a la formación del especialista en HBP.
¿De qué herramientas dispone el cirujano especialista para formarse en HBP?
-ROTACIONES/FELLOWSHIP. Son programas de formación subespecializada ofrecida a los cirujanos tanto en territorio nacional como internacional, llevadas a cabo con financiación no estatal y con una duración aproximada de 1-2 años. El objetivo de esta estancia es promover la formación, desarrollo y perfeccionamiento profesional. Las estancias formativas en HBP en España actualmente se llevan a cabo en los Hospitales Virgen del Rocío (Sevilla) y La Fe (Valencia).
-ESTANCIAS FORMATIVAS FÍSICAS (RED AEC) que se ofrecen según las preferencias técnicas y regionales. El cirujano gracias a esta herramienta puede acudir al centro elegido para aprender una técnica quirúrgica concreta tras realizar el alta de registro y ser aceptada esa estancia por el centro docente.
-CONGRESOS ESPECÍFICOS de las sociedades científicas internacionales de HBP, los cuales están más enfocados a cirujanos con dedicación a este ámbito.
-BOARD HBP. Se trata de la certificación europea que acredita la excelencia quirúrgica en el ámbito de la cirugía hepatobiliar. La UEMS examina y certifica la idoneidad de los candidatos.
¿Hacia dónde vamos?
Llegados a este punto es interesante plantear qué opciones tenemos para fomentar esa formación. Como ya hemos visto, tenemos multitud de herramientas, y cada vez mas teniendo en cuenta la potenciación de los recursos virtuales.
Se trata por tanto de hacer puzzle para que todas estas herramientas encajen a la perfección en un plan formativo organizado que sea útil tanto para el residente como para el cirujano en formación específica.
Teniendo todas estas herramientas es muy importante potenciarlas, conseguir sacar el máximo partido de cada una de ellas y adecuarlas al medio y a la situación actual. Todos los esfuerzos van encaminados a esto.
Es primordial estructurar bien las rotaciones y potenciar la realización de Fellows en HBP, siendo este paso el paso previo y necesario para a conseguir la excelencia del cirujano en HBP y que esto sirva de base para conseguir la acreditación de las unidades.
Por otro lado, es necesario actualizar el Plan Formativo del residente para conseguir una formación adecuada y de provecho acorde a los tiempos que nos competen. Auditar los resultados de los programas formativos para conocer qué estamos consiguiendo y si hay áreas de mejora aportaría la información necesaria para todo ello.