Introducción
Los tumores GIST tienen su origen en las células intersticiales de Cajal, representando un tipo infrecuente de sarcoma que puede surgir en cualquier punto del tubo digestivo, siendo su localización más frecuente el estómago. Se estima que comprenden el 0,2% de los tumores gastrointestinales.
Caso clínico
Presentamos el caso de un varón de 75 años que acude a urgencias por hemorragia digestiva alta asociado a dolor abdominal. Le realizan un TAC de abdomen (Figura 1) y eco-endoscopia (Figura 2) objetivando una gran tumoración dependiente de la cara posterior de cuerpo y fundus gástrico de unos 26x24 cm compatible con GIST.
El paciente finalmente falleció a las horas de la cirugía. La anatomía patológica de la pieza confirmó que se trataba de un tumor del estroma gastrointestinal.
Discusión
Estos tumores son más frecuentes en los varones entre la 5ª-7ª década de la vida. El estudio inmunohistoquímico suele ser positivo para CD17 y CD34; y negativos para desmina y actina-S100.
El pronóstico depende del tamaño del tumor, del número de mitosis y de la presencia de metástasis en el momento del diagnóstico[1].
Son heterogéneos respecto a morfología, tamaño y conducta biológica, variando desde tumores con comportamiento benigno hasta tumores muy agresivos y metastásicos al momento de su diagnóstico.
Macroscópicamente son tumores bien circunscritos, flexibles, que frecuentemente muestran hemorragia, necrosis y degeneración quística[2].
Microscópicamente se dividen en 3 diferentes subgrupos histológicos: fusocelular 70%, epiteloide 20% y mixtos 10%, sin que se haya probado que influya sobre el pronóstico[3].
Se han descrito con una gran variación de tamaño, desde tumores de menos de 1 cm a lesiones muy grandes de hasta 35 cm[4].
Suelen ser resecables en la mayoría de los casos, donde es de elección la resección oncológica mini-invasiva con márgenes libres.