Introducción
La invaginación intestinal en adultos es rara. Supone el 5% de todas las invaginaciones, el 1% de las obstrucciones intestinales[1] y el 0,003-0,02% de los ingresos hospitalarios[2]. La localización más frecuente es el intestino delgado (49,5%), seguida de la ileocólica (29,1%) y de la colocólica (19,9%)[3]. Al contrario que en la edad pediátrica, donde la etiología de la invaginación intestinal es idiopática en el 90% de los casos, en los adultos se evidencia una causa en el 70-90%[1],[2]. A su vez, la causa más frecuente de invaginación intestinal en adultos son los tumores benignos (37,4%), seguida de los tumores malignos (32,9%) y la etiología idiopática (15,1%). El carcinoma metastásico es el tumor maligno más frecuente encontrado en la invaginación de intestino delgado en adultos. Por el contrario, el adenocarcinoma primario es el tumor maligno más frecuentemente diagnosticado en la invaginación de localización ileocólica y colocólica[3].
En las invaginaciones colocólicas, los tumores malignos son la causa en el 46,5% de los casos, seguidos de los tumores benignos en el 36,8% y la etiología idiopática. Aunque el adenocarcinoma de colon es el principal tumor maligno causante de la invaginación colocólica en adultos (78,8%), seguida del linfoma y los tumores metastásicos[3], el adenocarcinoma de colon transverso propiamente dicho supone el 2,6% de todas las invaginaciones intestinales en adultos y el 10% de las invaginaciones colocólicas[1].
Debido a su infrecuencia, a continuación se presenta el caso clínico de un paciente con una invaginación colocólica secundaria a un adenocarcinoma de colon transverso.
Presentación del Caso
Varón de 84 años que consultó por dolor abdominal crónico. Entre sus antecedentes destacaban: hipertensión arterial, púrpura trombocitopénica idiopática e hiperplasia benigna de próstata. El paciente refería dolor abdominal intermitente de varios meses de evolución, localizado en hipocondrio derecho.
En la exploración física presentaba un abdomen blando y depresible, no doloroso, en el que no se palpaban masas ni megalias. Se realizó una tomografía computarizada (TC) en la que se objetivó una invaginación de colon transverso secundaria a una masa (Figuras 1A, 1B y 1C). Se completó el estudio con una colonoscopia, en la que se encontró una lesión vegetante en colon transverso sugestiva de neoplasia. La biopsia fue compatible con adenocarcinoma infiltrante. En el estudio de extensión no se evidenciaron lesiones metastásicas.
El paciente fue intervenido de manera programada y mediante abordaje laparoscópico, realizando una hemicolectomía derecha ampliada con linfadenectomía D2 (Figura 1D), con anastomosis laterolateral mixta isoperistáltica. Tras un postoperatorio sin complicaciones, el paciente recibió el alta hospitalaria a los 5 días. El informe histopatológico corroboró el diagnóstico de invaginación colocólica debido a un adenocarcinoma de colon trasverso, de tipo intestinal, moderadamente diferenciado, con márgenes de resección libres, que alcanzaba la subserosa y sin adenopatías metastásicas en los 20 ganglios linfáticos aislados (pT3N0). Tras 6 meses de seguimiento el paciente está asintomático y libre de enfermedad.
Discusión
La invaginación colocólica secundaria a un adenocarcinoma de colon transverso es infrecuente, habiéndose descrito muy pocos casos en la literatura científica. Tiene lugar en pacientes con una edad media de 67,5 años [25-86 años], siendo más frecuente en el sexo masculino (Tabla 1) [1],[4]-[9].
Tabla 1
Caso clínico (autor y año) | Edad (años) | Sexo | Localización del adenocarcinoma | Clínica | Tratamiento |
Lorenzi M, 1999[4] | 68 | Masculino | Mitad izquierda del colon transverso | Dolor abdominal y vómitos | Hemicolectomía izquierda |
Correia JD, 2007[5] | 75 | Masculino | En la mitad del colon transverso | Masa palpable | Hemicolectomía derecha ampliada |
Kawasaki H, 2009[6] | 86 | Masculino | En la mitad del colon transverso | Masa palpable | Resección segmentaria |
Gupta RK, 2011[7] | 67 | Femenino | - | - | Hemicolectomía derecha |
Chen CW, 2012[7] | 59 | Femenino | Mitad derecha del colon transverso | Dolor abdominal y vómitos | Hemicolectomía derecha |
Xu XQ, 2013[8] | 76 | Masculino | Mitad izquierda del colon transverso | Dolor abdominal y vómitos | Hemicolectomía izquierda |
Katayama S, 2017[9] | 25 | Femenino | Mitad izquierda del colon transverso | Dolor abdominal y diarrea | Resección segmentaria |
Gras C, 2021 | 84 | Masculino | Mitad derecha del colon transverso | Dolor abdominal | Hemicolectomía derecha ampliada |
Respecto a la clínica de la invaginación intestinal, la triada clásica de dolor abdominal, masa palpable y heces en jalea de grosella, que es típica en niños, es rara en adultos, donde los síntomas pueden ser inespecíficos[2],[7]. Aproximadamente el 82,6% tienen dolor abdominal, el 49,7% náuseas o vómitos, el 21,9% una masa abdominal palpable, el 20,1% diarrea, el 18,9% heces con sangre y el 13,9% fiebre[3].
En cuanto al diagnóstico se refiere, la TC es la prueba más útil, con una precisión diagnóstica del 58-100%[2],[3]. La ecografía, que tiene una precisión diagnóstica del 49,2%[3], puede ser una prueba de utilidad cuando es realizada por un radiólogo experto[7]. En adultos, debido a que la invaginación ileocólica o colocólica es secundaria a una lesión subyacente en la mayoría de los casos, la colonoscopia puede permitir la toma de biopsias para lograr un diagnóstico etiológico preciso y con ello un tratamiento adecuado[1]. Por el contrario, otros autores refieren que puede no ser aconsejable realizar la biopsia endoscópica o polipectomía en aquellos pacientes con síntomas de larga evolución debido al alto riesgo de perforación, que es más probable que ocurra en la fase de isquemia tisular crónica, donde también puede haber zonas de necrosis debido al compromiso vascular en la invaginación intestinal[2].
Considerando el alto porcentaje de malignidad en las invaginaciones ileocólicas y colocólicas, se recomienda una resección en bloque del segmento invaginado sin reducción del mismo, para evitar así la potencial siembra intraluminal o la diseminación venosa del tumor[3]. Otro aspecto a tener en cuenta respecto al tratamiento quirúrgico, es la considerable morbilidad postoperatoria, que representa aproximadamente un 22,1%, siendo la infección de sitio quirúrgico la complicación más frecuente[3].
En conclusión, la invaginación colocólica secundaria a adenocarcinoma de colon transverso es una causa extremadamente infrecuente de invaginación intestinal y dolor abdominal en adultos, debiendo realizar un diagnóstico etiológico preciso y un tratamiento adecuado, como es la resección oncológica en bloque sin reducir la invaginación.