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Cirugía Andaluza | 2020 | Volumen 31 | Número 3 - Agosto 2020
Pitarch Martínez , Moreno Ruiz, Montiel Casado, Rodríguez Cañete, and Santoyo Santoyo: Utilidad del tubo de Kehr en el manejo de dehiscencia de anastomosis esofagogástrica tras esofagectomía

Datos de la publicación


Utilidad del tubo de Kehr en el manejo de dehiscencia de anastomosis esofagogástrica tras esofagectomía

Use of t-tube in management of esophagogastric anastomotic leak after esophagectomy


Resumen

La complicación más temible de la esofagectomía es la fuga anastomótica, cuyo manejo puede ser conservador o quirúrgico según el impacto clínico y la extensión de la misma.

Se presenta el caso de un paciente con estenosis esofágica péptica intervenido mediante esofagectomía Ivor-Lewis toraco-laparoscópica. Al segundo día postoperatorio desarrolla dehiscencia anastomótica, la cual requiere tratamiento quirúrgico. Se evidencia anastomosis dehiscente en un tercio por lo se realiza sutura sobre tubo de Kehr y epiploplastia, junto a lavado de cavidad torácica y yeyunostomía. La evolución fue favorable con cierre de Kehr tras control baritado a los 14 días y retirada definitiva a los 2 meses.

El uso de la fistulización dirigida con Kehr fue descrito inicialmente como tratamiento de perforaciones esofágicas como alternativa a la sutura primaria simple. Su utilidad puede extenderse a la dehiscencia de anastomosis esofagogástrica, particularmente en el contexto de que ésta sea parcial y no exista isquemia.

Palabras clave: dehiscencia anastomótica, esofagectomía, tubo de Kehr.

Abstract

The most feared complication of esophagectomy is anastomotic leak. Its management conservative or operative depending on clinical impact and its magnitude.

We report the case of a patient with peptic esophageal stricture who is operated, performing thoracoscopic and laparoscopic Ivor-Lewis esophagectomy. He develops an anastomotic leak with sepsis in the second postoperative day, which is treated with surgery. During surgery a leak of one third of the anastomosis is found; then a suture over T-tube is made, with omentoplasty, chest washout and jejunostomy. Clinical evolution was good, with closure of T-tube after barium control 14 days later, and removal 2 months later.

T-tube repair was first described as a treatment for esophageal perforations, being an alternative of simple suture. Its utility can be extended to esophagogastric anastomotic leaks, mainly when they are partial and no ischemia is found.

Keywords: anastomotic leak, esophagectomy, T-tube.