Introducción
La hernia inguinal constituye una de las patologías más frecuentes de consulta en los servicios de cirugía. Sin embargo, existe una rara entidad que supone un reto para los cirujanos denominada Hernia de Amyand. Se caracteriza porque entre su contenido se halla el apéndice cecal. Fue descrita por primera vez por Amyand en 1736, con una incidencia menor al 1% y cuya complicación como apendicitis aguda (hernia de Garengeot) sucede en menos del 0,08-0,13% de las apendicectomías[1]. Puede afectar a cualquier grupo de edad predominando en el sexo masculino.
En la mayoría de los pacientes, el diagnóstico es intraoperatorio. Cuando es posible sospecharlo de forma preoperatoria se lleva a cabo con ecografía[2], aunque la prueba de imagen confirmatoria es el TAC[3].
La indicación sobre la extirpación del apéndice tras el hallazgo incidental es un tema controvertido[4]. Sólo se establece indicación absoluta cuando el apéndice tiene signos de complicación[5].
La reparación con prótesis vendrá determinada por el estado infeccioso local.
Caso clínico
Presentamos dos casos con hallazgo incidental del apéndice cecal en el contenido herniario inguinal, en nuestro centro.
Varón de 64 años, hipertenso, diagnosticado de SAOS severo. Acude a consulta por tumoración y molestias a nivel inguinal derecho por lo que se programa para intervención electiva. Durante la cirugía se evidencia una importante debilidad de la pared posterior, se realiza disección del cordón y del saco que se abre identificándose en su interior el apéndice cecal sin signos de apendicitis. Se reintroduce en cavidad y se realiza ligadura y exéresis del saco, así como plicatura de la pared posterior con colocación de malla de Progrip®. Postoperatorio favorable con alta ambulatoria el mismo día. Evolución posterior sin complicaciones de índole abdominal.
Varón de 36 años, sin antecedentes de interés salvo por hipercolesterolemia. Derivado de consulta para cirugía programada por hernia inguinal derecha sin episodios de incarceración ni estrangulamiento. Hallazgo intraoperatorio del apéndice dentro del saco herniario íntimamente adherido, se reintroduce en cavidad. Se cierra el saco herniario y se reduce, colocando Plug y malla de Progrip® según técnica habitual. Postoperatorio inmediato sin incidencias con alta ambulatoria en el mismo día. Sin evidencias de complicaciones tras la revisión posterior en consulta.